15 de diciembre de 2011

El Cajón de la Neurotica


Es irónico como empezo siendo un blog de moda, y término siendo un blog terapeutico. Pero me resulta dificil escribir de ella, y no tanto escribir de lo poco que sé de la vida. Supongo que soy lo suficientemente arrogante para dar clases de moralidad y estilo de vida. Pero no para decir que los colores cítricos son lo IN del veranos, por mucho que lo sepa, y por muchas revistas de moda que haya leído esta temporada. 
Prometo empezar a hacer un esfuerzo, buscar la manera de poder complementar ambas cosas en el blog y hacerlo funcionar. Sino deberé terminar con la mentira y cambiarle el nombre al mismo. Porque en este momento esta más cerca de ser "El cajón de la neurotica" que "El ropero Chic" como fue la idea original.
Al fin y al cabo, siempre podemos volver a comenzar. O eso me dijeron.


23 de noviembre de 2011

De amor y otros tabús


Estoy harta que la gente subestime mi capacidad de opinión por no haber tenido una relación estable. Estoy harta que la pregunta obligada sea: Por que nunca tuviste novio? Y estoy harta que todos me miren con compasión por no haberme enamorado.
Porque a ver... si recapitulamos y recordamos. Si me hubiese querido poner de novia, lo hubiese hecho. No lo hice, porque mi libertad vale más que alguien que no me encante al lado mío. Y eso es algo que parece que las personas no son capaces entender. No estoy dispuesta a resignar ni un minuto de mi tiempo, ni una amistad, ni una salida, ni una libertad, por alguien del que no esté enamorada.
Y mientras mi projimo va por ahí mirandome con lástima por mi "nula" capacidad de amar. Yo miro tu pasado y en el 90% de los casos, sólo veo relaciones fallidas. Y con esto no me refiero a relaciones terminadas, un noviazgo puede terminar porque se fue el amor, o porque no funciono, pero eso no lo hace fallido. Hablo de esas historias en las que hubo un exceso de celos, un exceso de manipuleo, un exceso de insultos, y lo que es peor, un exceso desvalorización del par.
Jamás, y tengan en cuenta esto siempre, jamás se pueden enamorar de alguien a quien saben, a ciencia cierta, que podrían manejar a su gusto. Jamás. Cuando uno manipulea a su pareja, o la usa de muleta para su ego, sólo es eso. Una muleta. Alguien que te basurea y menosprecia, no sólo no te ama, sino que te quiere a su lado sólo para sentirse mejor consigo mismo.
De la misma forma, alguien que soporta ese trato, es alguien que tendría que ir a terapia, o al menos rever porque elije como compañero, a alguien que hace daño a su autoestima. Y ahí sí que hablo con conocimiento de causa. Es difícil admitir que la persona que queres no te considera su igual y que te subestima, pero una vez que sos consciente de ello, no hay retorno. Y cada vez que él o ella haga algo que confirme tu teoría, y vos no le pongas un punto final a esa situación, tu amor propio y tu corazón se van a estar revolviendo de dolor.
Yo creo que es mejor sufrir una separación y la soledad, que regalar tu amor, y tu tiempo a alguien que no lo merece. Pero no me escuchen a mí, al fin y al cabo sólo soy un frizer.

Ayudar



Es absolutamente inverosimil mi capacidad para consolar a las personas. No sé donde lo aprendí realmente. Quizás sea algo innato, sino no me explico como logro ayudar a la gente con sus problemas, cuando en linea generales, como diría Oscar Wilde: Los problemas ajenos me resultan de una banalidad exasperante.

Tal vez sea que la mayoría de la gente tiene las mismas crisis, y los clichés se me dan fantásticos. Puede ser que ya tengo una serie de monologos previamente armados, y elija el adecuado a cada circunstancia. Un par de preguntas para ver por donde viene la mano, un par de consejos bien dados, y siempre se van contentos.

Quizás sean las palabras extravagantes las que generan ese efecto, los distraigo con vocablos que no comprenden a la perfección, o que se prestan a interpretaciones ambiguas; y mientras se ocupan en deducirlos, sus problemas pierden todo tipo de dramatismo.

Estoy segura que no lo hago de martir, como ya dije, en general cuando escucho a alguien me entretengo más estudiando su psiquis, que sus problemas en sí. Pero eso no quita que me alegre de saber que le hago un bien a un ser querido. Al fin y al cabo yo también tengo mis problemas.

29 de octubre de 2011

Causas Perdidas



A veces lloramos por las causas perdidas, y otras veces porque las causas perdidas somos nosotros.

28 de octubre de 2011

No pierdas la cabeza...



...Por un poco de placer


Hace mucho tiempo, cuando estaba empezando a armar este blog recién. Escribí sobre aquel día que compre mis primeros zapatos rojos. Excelente día. Y hace unos instantes, haciendo memoria, me di cuenta que hace mucho tiempo que no experimentó una sensación así.

Puedo recordar una situación parecida, allá hace un año cuando estrene mi campera de cuero nueva. Creí que podría dominar el mundo. Sí me apuran, me atrevería a decir que con solo usar esa prenda lo tenía dominado. Pero después de ese día, no logré evocar otro hecho semejante.

Y así fue, el tiempo pasó, y una parte de mi se fue evaporando. Para ser más precisos esa parte de mí que se enamoraba perdidamente de cualquier objeto que me encantase, o de una persona que me diera una mano, o de un chico simpático que me sonriera en un mal día, o de un altruista que reflejara todo lo que yo nunca iba a ser.

Siempre me caractericé por ser una enamorada de la vida, a falta de tener una relación estable. Y era feliz chicos. Quizás no rematadamente feliz, pero sí insípidamente feliz. Vendí ese fragmento de mi corazón, el cual permitía deslumbrarse de todo, por experimentar un sentimiento más profundo. Ahora que lo pienso, más que vender lo permute.

Pero no tuve en cuenta algo muy sencillo, y entregué mi corazón a alguien que jamás podría corresponderlo. Por mi afán de enamorarme, no fui inteligente, no fui perspicaz, y perdí la cabeza por la persona que sentía más cercana en ese momento. Mala elección.

Cumplí mi objetivo, y sentí más de lo que nunca había sentido por alguien. Pero sin embargo ahora que miro a la lejanía, también terminé perdiendo todos esos pequeños fragmentos de enamoramientos que tan viva me mantenían.

Quién es capaz de decirme cuando se gana o cuando se pierde más?

27 de octubre de 2011

Puntos de Inflexión



Hay ciertos momentos en nuestras vidas que nos hacen replantearnos todo. Desde las decisiones que nos han llevado a esa posición, hasta las relaciones que mantenemos vigentes por miedo a quedarnos solos. Generalmente el miedo es muy injusto, nos hace ver oscuridad donde no las hay, y nos llena de dudas cuando solo hay certezas. Eso es algo que nunca deberíamos olvidar.

Pero no importa cuanto querramos taparlo, siempre llega un día- ESE día- donde se genera un punto de inflexión del cual no hay retorno. Te encontras desencantado con la vida, con tus amistades, con tus exs, con tu familia, con tu estudio, con tu trabajo, con lo que sea. Aceptas que estas cansado de algo y que solo podes empezar a descartar de que cosas no.

Si te gusta el melodrama- como a mí- vas a sumergirte en una exagerada instrospección y escribirlo en un blog, para que todo aquel que quiera enterarse pueda hacerlo de primera mano. Vas a cortar vínculos con un portazo, o revoleandole zapatillas a las 6 de la mañana por el balcón. Vas a desconectar el celular, y por tres días pretender vivir como hace 30 años.  O hasta quizás te rapes y quieras dedicarte al budismo. 

No importa cual sea el cambio, sí realmente es profundo o no, para bien o para mal. Sí sos de esas personas que creen que su vida es un teatro, y que como tal deben rendirle cuentas, viviendo de función en función, de show en show. Va a ser algo dramático. Tiene que serlo. 

Se van a sumergir en sus más profundas miserias, o ahondar en los más ridículos extremos. Solo para sentir que no importa que parezca que todo se termina, el show debe continuar. 

Y es que de eso se trata un poco la vida, no importa cuanto manches una hoja, siempre podes darle la vuelta y empezar otra.

26 de octubre de 2011

Sid y Nancy


Hace unos días volvimos a hablarnos. Siempre me “enorgullezco” de poder mantener un buen vínculo con la mayoría de los hombres con los que he estado. Será porque no soy buena manteniendo el enojo y no importa cuánto me lastimen, lamentablemente, termino olvidándolo.

Tal vez él sea el que más me lastimo. No por la fuerza del sentimiento, sino por la ingenuidad del mismo, y la ingenuidad con la que confié en él. Creí que sería incapaz de herirme, y creí que yo sería lo suficientemente fuerte para manejar cualquier situación. Es obvio, que ninguna de esas cosas sucedieron como esperaba. Él resulto no ser tan bueno como creía, y yo más enamoradiza de lo que esperaba.

Y los problemas empezaron a tocar nuestra puerta, nuestras ventanas, nuestras vidas. Las peleas se suscitaron una tras otra, sin intervalos de falsa tranquilidad ni nada semejante. Y ambos lo permitíamos. Porque es precisamente cuando podemos ver los limites de nuestra locura, cuando nos volvemos adictos a ella. Y con él no había limite que valiera. Siempre podía caer un poco más bajo, que el caería conmigo. Porque sí había algo en lo que nos complementábamos era que nuestras peores facetas se llevaban perfectamente.

Supongo que si quisiera ser dramática podría decir que fue mi SId y yo su Nancy. Por suerte él no tenía oído musical, ninguno consumía heroína y yo no termine acuchillada en el baño de un hotel. Hasta podríamos decir que tuvimos un final más feliz, separados pero bastante más sanos que ellos. Y sin embargo, en días como hoy no puedo evitar pensar que quizás ese no fue nuestro final, fue solo otros stand by en nuestra relación, como muchos otros.

Y la pregunta obligada me asalta por las noches ¿Esta vez funcionaría? Al fin y al cabo, sigo siendo una ingenua.

6 de septiembre de 2011

Días Rojos

"¿Conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo?
¿Color rojo? Querrá decir negro.
No, se puede tener un día negro porque una se engorda o porque ha llovido demasiado, estás triste y nada más. Pero los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué. "
Desayuno en Tiffany's 1961 

Conozco esos días. No solía tenerlos a menudo, pero de vez en cuando un día me levantaba y decidía que lo mejor no era salir de la cama. Que le podía dar al mundo un poco de ventaja y dejar que empezara a rodar sin mi.


Con el paso del tiempo, la incertidumbre del futuro y mis propios fantasmas han logrado un considerable aumento en la cantidad de días rojos en mi vida. Lamentablemente no tengo un Tiffanys cerca y cuando la desesperación me embriaga no tengo muchas opciones.


 A veces paseo, a veces compro algún capricho momentáneo, a veces busco refugio en los brazos de algún pseudo ex -al cual le importe  poco sino lo vuelvo a llamar, y a veces miro, precisamente, Desayuno en Tifannys.


 Porque sí hay algo que genere una sensación de seguridad muy semejante a la que experimentaba Holly cuando visitaba esa famosa joyería, es verla pasear al alba, con el desayuno en la mano por Nueva York.

5 de septiembre de 2011

28 de agosto de 2011

Mia Wallace

 
 "No los odias?, esos silencios incómodos. ¿Por qué necesitamos decir algo para rellenarlos?. Es por eso que sabes que has encontrado a alguien especial. Puedes estar callado durante un puto minuto y disfrutar del silencio".

Mia Wallace- Pulp Fiction 

26 de agosto de 2011

Yo quise ser


Desde chica sólo tuve un sueño, trascender. No me pregunten por qué, no sabría descifrarlo. Puede  que el deseo de grabarme en el recuerdo de alguien, o de que perdure mi esencia cuando mi cuerpo se haya ido, quien sabe. Pero así era, yo quería ser diferente, así de simple.



Y no me importaba la exclusión; la exposición; las miradas de censura; los consejos acerca de no volar alto, de que era precisamente al que alzaba la cabeza al que primero se la cortaban, de que cuanto más alto se subía, más fuerte era la caída


Yo quería volar, yo quería ser aquella que resaltara entre toda una multitud, yo quería caer y demostrarle a todos que podía ser como un gato y no sólo caer parada, sino erguirme enseguida para esperar la ovación.


Y soñé, soñé a lo grande. Como sólo a los quince años puede hacerse. Y estoy segura que más de uno me creyó, porque hasta yo me lo creí. Pero más tarde que temprano, me adapté. 


Cubrí mi brillo con un tapado, me limite a escalar lo que los tacos de turno me permitían, me entretuve maquillando mi rostro para que nadie note la pasión en mis ojos, y guardé en cada una de mis muchas carteras un poco de mi originalidad, de mi ambición y de mis anhelos, esperando algún día recuperarlos.


Hoy después de mucho tiempo sentí que el estanque me quedaba pequeño. Por un momento mis alas quisieron estirarse y las paredes de la jaula que yo misma cree, me lo impidieron. Y en vez de lamentarme o asustarme, sonreí. Porque estoy a tiempo de derribar esos barrotes, porque aun recuerdo donde escondí la llave.

Y sí hay una sensación más hermosa que ser libre, es la de la plena seguridad que podes serlo.


.

23 de agosto de 2011

Finales obligados


Darse cuenta q es el final, que estas en una encrucijada sin salida, es una situación desesperante. Es encontrarte sin opciones que te gusten, y por ende entender que cualquier elección es desilucionante. 



Insistir te parte el alma, es remar contra una corriente furiosa que lo único que hace es destrozar cada parte de tu cuerpo, cada partícula de tu ser, y eso incluye, lamentablemente, tu amor propio, tu orgullo, tu esencia. Y aunque por momentos esta se calme, dejandote tomar alguna bocanada de aire que reviva tus pulmones, el cansancio es tal que apenas puedes disfrutarlo. Desistís de disfrutar, para concentrarte en sobrevivir, en mantenerte a flote. Sólo para volverte acostumbrar y volverte a desesperar cuando el río vuelva a arremeter contra vos. Ahogándote cada vez más, porque ya estas exhausta, porque no hay nadie que pueda contra eso, ni siquiera vos.


Y abandonar te parte el alma. Levantar la bandera blanca, y renunciar a todo el esfuerzo, es la forma más cobarde de despreciar lo que alguna vez simbolizaste. Un amante de las causas perdidas. Es precisamente porque sabes mucho de estas, que estas totalmente segura de que no hay manera de ganar. De que el final más probable, es terminar derrotada, muy lejos de tu final feliz deseado.

Quisiera no haber llegado a esta instancia. Quisiera haber tenido la lucidez de haber evitado esto, pero no lo tuve y  siento que tengo que pedirte disculpas. No te saco de mi vida por capricho- y ojala que no sea algo permanente. Te saco por necesidad, porque no quiero ahogarme en mis propias lágrimas. 


Y aunque te voy a extrañar, y aunque seguro derrame alguna lágrima más por vos, prefiero hacerlo lo más entera posible. 

9 de agosto de 2011

Vacaciones mentales

Después de unas semanas emocionalmente devastadoras, me encuentro a mí misma retomando muy paulatinamente mi rutina. Paso a paso, con demasiada tranquilidad, estoy recuperando mi vida y eso es alentador.

Lo único malo es que la falta de fatalismo me hace una pésima escritora, porque ni ando lamentándome como una quinceañera, ni aun he recuperado mi cinismo. Así que me siento como un ente, buscando inspiración, esperando que la serenidad le deje su lugar a la vitalidad y se renueven de una vez por todas mis energías.

27 de junio de 2011

Y como el Ave Fenix


Perdí ridiculamente el control. De un día para el otro, esa situación que yo me banagloriaba de controlar a la perfeccion se me escapó de las manos, y de repente me encontré volviendo a viejos patrones. A viejas conductas que creía olvidadas. 

Supongo que eso es lo peor de todo, cuando te miras al espejo y no reconoces el reflejo. Cuando después de meses de luchar contra tus peores defectos, tu mente se rinde, se agota; se da por vencida. Y tu cuerpo acata, acepta la orden, y la mirada vuelve a ser la de antes. Entonces afilas la lengua, porque sabes que no hay mejor defensa que un buen ataque, y vos te memorizaste todos los puntos débiles. Tuyos, de él, de ellos... 

Pero por más que lo pienses y lo pienses; sabes que ya a esa altura no quedan mas opciones, porque te cansaste de luchar contra vos misma. Quien sin duda, hoy y siempre será tu peor enemiga . Así que sólo podes mejorar tus escudos, mentalizarte, contar a tres, respirar y apostar a lo que viene.

23 de junio de 2011

De victorias y finales


Terminar una relación es una de las cosas más difíciles que puede hacer alguien. Y aunque intentemos aferrarnos a la idea de que lo mejor es "cortar por lo sano", no puedo evitar pensar... Quién define que ese corte es lo mejor? Y es en el mejor momento?

No importa cuanto intentemos negarlo, y cuanto hablemos sobre llegar a un mutuo acuerdo. Siempre hay una de las partes que no esta tan conforme con la decisión de terminar. Sino, lo hubiese planteado primero. Así que no se mientan.

Pero no sólo tendemos a engañarnos respecto a ese hecho, sino con la pre establecida idea, de que el único que sufre es el el "dejado". En contra de lo que casi todos los que me conocen creen, la mayoría de las veces no fui yo la que puso el punto final. Pero puedo decir sin miedo a exagerar, que siempre les di motivos para que lo hicieran. Consciente o inconscientemente... No importa. Sellé el final de todas mis relaciones, pero no me animé a afrontarlo.

Como sí una parte de mi se negará a aceptar que las cosas terminan, que los amores de verano no superan esa estación, que hay límites que no debemos cruzar. Y que una vez que baja el telón, no te queda otra más que agarrar tu cartera, calzarte los zapatos e irte con un portazo.

Sí me apuran un poco, puedo confesar que así y todo, nunca nadie pudo dejarme completamente. No hay historia en mi vida, que al cabo de meses o años, no haya reabierto sólo para demostrarme que podía, y que la otra persona seguía sintiéndose atraído por mí. Sí me preguntan qué gané? Les puedo contestar sinceramente: 

Gané muchísimas relaciones inconclusas, muchos dolores de cabeza que deberían haber quedado enterrados en el pasado, muchas historias presentes arruinadas por la presencia de un viejo amor, mucho cinismo- demasiado-, muchas miradas de deprobación por parte de mi entorno, muchos rejuntes de ex que no llevaron a nada positivo.

Estoy intentando cambiar, por primera vez se presentó alguien en mi vida, hace unos meses, por el cual quise hacer modificaciones en mi conducta. Elimine a mucha gente que no me estaba aportando nada, deje la máscara de frialdad a un lado, e intente abrirme a esa persona, para que conociera una faceta de mí que ni siquiera yo conocía. Se terminó, y aunque él fue él que puso el punto final, creo que yo fui la que salí ganando. 

Dudo que haya sacado algo positivo él de todo esto. Yo en cambio me redescubrí a mí misma, y como diría un buen amigo, le pedí a mi eterno personaje de "Reina de Hielo" que tomara asiento en el banco de suplentes, y dejara participar a alguien nuevo.

Terminar una relación siempre deja saldos, en ambos bandos. Lo importante es saber deducir si has sacado algo positivo de todo eso, y sí así lo has hecho, sonreí. Porque significa que has ganado esa batalla y una victoria, siempre es una victoria, por muy amarga que sea.

17 de junio de 2011

Marquesa de Merteuil


No estoy segura cuando empezó a ser un juego y dejo de ser algo casual. Pero un buen día me encontré saboreando cada triunfo, y manejando las conversaciones para llevarlas al lugar que necesitaban que se dirigiesen, sin mayor dificultad. Hacía que la gente saltara a la altura que quisiese y en algunos casos, hasta rogandome hacerlo. Disfrutaba mis victorias. Me relamía con cada logro, y me frotaba las manos con cada batalla ganada. Para cuando me percaté ni siquiera era un pasatiempo ya, sino una obsesión con todas las letras.



Las más divertidas siempre eran las improvisadas. Aquellas que se presentaban ante mí sin siquiera haberlo deseado y que precisaban de minuciosos e inmediatos análisis, para ser llevadas a cabo. Las saboreaba, como un leon a punto de tirarse sobre un cervatillo indefenso.  Porque sí había algo mejor que ganar, era ganar un frente el cual por falta de tiempo, o interés no pensaba pelear. Sí me lo entregaban en bandeja de plata, no podía más que agradecer a mi suerte y tachar un país más en el TEG que se había vuelto mi vida.



Algunos me consideraban una psicopata, otros me tenian lástima y otros se divertian ante lo ocurrente, ante lo estrategico o lo que más les gustase. No era maldad mi motivación, no había fines ruines tras mis palabras. La única razón que me incitaba a hacerlo, era el saber que podía, y la capacidad de poder seguir un plan hasta el final aun cuando el caos invadiera mi vida.



Ese era el problema, yo estaba demasiado obsesionada con obtener lo que consideraba mi objetivo; como para detenerme a pensar. Tanto, que ni siquiera me importaba que ganando esa guerra, perdiese todo un imperio.

1 de junio de 2011

Creer o reventar


Y un día darás por sentado que esta charla, o estas charlas son rutinarias. Forman parte de eso, de ustedes. De sus idas y vueltas, de la eterna historia de amor no concluida, no llevada a cabo. Esa que parece renacer y desaparecer, sin lógica aparente. Y lo intentarán, una y otra vez...

Pero yo no le podré creer que sus besos son sinceros, ni el podrá enamorarse de mí, porque ya lo esta de él.

21 de mayo de 2011

De corazones rotos y otros mitos


Escuché decir alguna vez,  que le habían roto el corazón. Que hasta ese fatal día su mirada era otra, y su sonrisa era una constante en su rostro. No creo mucho en eso, prefiero pensar que algunos nacieron con la capacidad de amar y otros de ser amados. Algunos afortunados han podido experimentar ambas cosas al mismo tiempo. La mayoría tiene que conformarse con una sola, o al menos con una notable diferencia entre ambas.

Romper un corazón es algo muy sencillo, diariamente lo hacemos. Cuando desilusionamos a un amigo, a un hermano, a un profesor que ha depositado en ti la esperanza de una respuesta correcta. Romper un corazón no es nada más ni nada menos, que entregarle cierta confianza a una persona, y que esta nos desepcione

De que manera? Hay mil formas. Vivimos desepcionando a los que nos rodean, porque de eso se trata- un poco- el libre alberdrío. De tomar nuestras propias decisiones, por mucho que a nuestro entorno no le gusten. Cambiamos de carreras, nos enamoramos de las personas equivocadas, renunciamos a un trabajo... La vida es una constante metida de pata hacia los demás.

Personalmente, tengo un posgrado en eso. Nunca pude corresponder a alguien en sus sentimientos de la manera que él hubiese querido. Nunca pude renunciar a cosas que me hacían bien, sólo por exigencias de un tercero. Mis sentimientos siempre fueron incontrolables y cambiantes, y en mi deseo de obedecerlos "rompí" más de un corazón.
Ninguno me odio, o al menos eso pienso, no me lo merecía. No fue por maldad que lo hice, fue un poco por egoismo y otro poco por pensar que lo correcto no era mentirle mirandolo a los ojos. 

Creo que esa es mi postura, sólo concibo una forma de romper el corazón y es dejando morir el sentimiento, sin ponerle un punto final. Es prolongar la agonía del amor de la otra persona. Es decirle que lo amas cuando tus sentimientos ya no estan depositados en él. `


Es promover la hipocresía, en el único ámbito que no debería permitirse de ninguna manera.

16 de mayo de 2011

Conclusiones de un café

En lineas generales odio esperar.  No importa a qué ni a quién, el sólo hecho de pensar que algo altera mi cronograma me pone de la nuca. Por suerte ahora existe Internet en los celulares, así que una puede seguir obsesionada con el cyber espacio incluso cuando esta sentada en un bar esperando a una clienta.


Esa era mi situación y mientras veía pasar los minutos en el reloj de la pared, no pude evitar detenerme a mirar la vestimenta de las mujeres que pasaban por la vereda. Un pasatiempo sumamente entretenido, he de reconocer. 


Con la llegada de los primeros días invernales, pude vislumbrar la presencia de botas, poleras, sacones, vestidos y... calzas. Hasta ese día particular no era consciente de la pandemia que existe de esta ultima prendaHan desplazado notoriamente al jean, a tal punto que una vestimenta universalmente clásica-como es su caso. Se ve envuelta en una reñida competencia de uno a uno, en el día a día.


No importa los colores, sí se trata de las clásicas negras, de las grises o de las estampadas. Pareciera que la combinación bota, calza y remera larga o vestido, funciona a la maravilla. Y después de casi 30 años de un monopolio exclusivo de los pantalones de denim, un look llega a hacerle frente.


Sin duda no es una novedad en la industria de la moda, y es muy probable que en Europa, este tipo de combinación este algo obsoleta. Pero en ese café cualquiera, en un día cualquiera vi algo que no veía hace mucho. Una simple prenda en común lograba homogeneizar a decenas de mujeres, no importando su edad, su clase social, su peso o su estilo. 
Todas ellas estaban unidas por el uso de algo, todas ellas tenian algo en comun, todas pertenecían a un sector de mi encuesta -jean o calza- todas ellas podían ser consideradas como una pequeña parte de un todo.


En estos tiempos, donde la gente puede estar tan cerca gracias a la tecnología, y a la vez puede encontrarse a un mundo de distancia entre unos y otros. Siempre es un consuelo recordar, que con más o menos gracia, todos estamos hechos de lo mismo.

18 de marzo de 2011

Quiereme si te atreves


Felicidad en estado puro, brutal, natural, volcánico, que gozada, era lo mejor del mundo... 

Mejor que la droga, mejor que la heroína, mejor que la coca, chutes, porros, hachís, rallas, petas, hierba, marihuana, cannabis, canutos, anfetas, tripis, ácidos, lsd ,éxtasis... 

Mejor que el sexo, que una felación, que un 69, que una orgía, una paja, el sexo tántrico, el kamasutra, las bolas chinas... 

Mejor que la nocilla y los batidos de plátano... 

Mejor que la trilogía de George Lucas, que la serie completa de los Teleñecos, que el fin del Milenium... 

Mejor que los andares de Ally Mcbeal, Marilyn, la Pitufina, Lara Croft, Naomi Campbell y el lunar de Cindy Crawford... 

Mejor que el pequeño paso de Amstrong sobre la Luna, el Space Mountain, Papa Noel, la fortuna de Bill Gates, las malas experiencias cercanas a la muerte, la resurrección de Lázaro, todos los chutes de testosterona de Schwarzenegger, el colágenos de los labios de Pamela Anderson, mejor que los excesos de Morrinson... 

Mejor que la libertad... Mejor que la vida.

26 de febrero de 2011

Autoridad Moral

Este último tiempo he desarrollado una notoria obsesion con el término "autoridad moral" y su significado literal. Soy una persona a la cual suele recurrir mi entorno, en busca de consejos o al menos un oido. Y en la mayoría de los casos en los que me he detenido a cuestionar la razon de esto, siempre me han contestado algo como: "Porque vos sos consecuente en lo que haces con lo que decis".

Autoridad moral.

Soy una ferviente seguidora de ella. Y me gusta la gente que la posee y lo demuestra. Desde hace un tiempo, me di cuenta que sí hay algo que me alteraba era el hecho de que la gente opinara, sobre ciertos temas, de una manera totalmente opuesta a como actuaba. Y en su discurso se filtrara un dejo de soberbia.


 A ver... como explicarlo. Pongamos un ejemplo, sí, vos. Sí con tu novio te insultas, si tu novio te cela compulsivamente y vos a el, sí te maneja a diestra y siniestra o te pisotea como si fueras una cucaracha- las cuales hace rato deberían haberse extinguido. Entonces yo, tu humilde servidora, te pregunta:

Qué te hace pensar que a mi me puede llegar a importar tu cátedra de "Como hacerse respetar por tu pareja en cinco sencillos pasos"?

No sólo no me interesa, sino que hasta me resulta un poco hipócrita. Así que por favor, ahorratela. Más que nada cuando no estoy pidiendo- explicitamente- un consejo. No es que yo me sienta una experta en ese tema, o en algún otro. Porque lejos estoy de estarlo. Pero siempre trato de ir un poco por el camino que yo misma predico. Errores todos hemos tenido, metidas de pata, desiluciones amorosas, o insistencias en relaciones masoquistas que no funcionan ni para atrás, ni para adelante.


Pero sí más o menos la piloteaste, o te reinvindicaste, es una cosa. Otra muy diferente es si todavía andas llorando por los rincones porque no te animas a dejarlo.
Igual esto no sólo lo aplico a este tema, el estudio, el trabajo, las amistades o la familia. Todos son temas controvertidos que en algun momento necesitan una mano de afuera para ser observados con objetividad

Así que supongo que es por eso, que me anda rondando tanto el tema. Estare un poco harta de escuchar tantas opiniones, que por falta de esa bendita autoridad moral, me parecen bastante insulsas.

21 de febrero de 2011

Aceptación



Después de Emanuel nunca volvía  ser la misma, de alguna manera me había corrompido. Y cuando me canse de extrañarlo, empecé a imitarlo. Representaba mi papel con total perfección, al fin y al cabo, yo conocía cada manía, cada respuesta, cada ciclotimiaMe volví su versión femenina, acrecentando muchos de mis antiguos defectos, que yo creía superados.


El cinismo domino mi vida, porque de esa forma no lo necesitaba.  Hubiese dado mucho porque lo nuestro funcionara, y cada día la resignación me demostró que le pedía demasiado. Para cuando me di cuenta ni siquiera era a él, lo que le exigía, sino sombras. Y no era  que yo me conformara  con poco, es que mi corazón – sí alguna vez tuve de eso- se había enfriado lo suficiente como para no extrañar, si quiera, aquello mismo que quería.


Para cuando ya no quedo nada, cuando ni siquiera nos teníamos uno al otro, o lo que nos generábamos, hubo que renunciar. Juntar las lágrimas, los recuerdos y los planes, y marcharnos. Porque algo había acabado y era hora de aceptarlo.

14 de febrero de 2011

La gente es tan sólo encantadora o aburrida

Hay gente que me fascina. Y eso es mucho que decir porque la gente suele resultarme ridiculamente aburrida. Cuando conozco a alguien que genera eso en mi, le prohibo marcharse, reteniendolo en mi vida para visitarlo de manera esporádica.
Clara generaba eso en mí. Supongo que me sentía identificada con ella. Por eso cuando despues de algunos meses decidimos vernos para almorzar, me resultó gratificante, renovador. Como sí un rato con ella renovará mi energía y me recordará quién era, y quien siempre iba a ser.


Cuando después de 15 minutos de esperarla aparecío en aquella plaza transitada donde habíamos decidido encontrarnos, me sentí increiblemente bien, como sí esos 4 meses no hubiesen pasado. Recuerdo no haber podido evitar sonreir y pensar que desencajabamos completamente con ese contexto. Eramos como dos personajes de una película puestos en un escenario completamente ajeno.

Supe sin necesidad de voltear, que la gente nos miraba. Ella con sus botas y tapado manteca, con sus anteojos con stras y fumando con boquilla; me recuerda a una personificación, con algunas libertades creativas de Jessica Rabbit su gran objeto de admiración. Yo con mis botas rojas recién estrenadas, y todo su look correspondiente, me saco los guantes de cuero negro para no sentirme tan Cruela de Vil. Somos una mezcla de glamour y antigua elegancia, esa que sí vale la pena, la cual en presencia de la otra pareciera multiplicarse.


Un almuerzo con ella es renovador, algo que de vez en cuando necesitamos. Porqué cuando nos encontramos tenemos el talento de evadir por un rato la realidad. Y aunque sabemos que no es algo para todos los días, es una tranquilidad saber que contamos con ese escape de nuestra rutina, como sí se tratara de unas minis vacaciones.

Y hablamos de nuestras relaciones. Ella tiene una relacion con un hombre un par de décadas mayor que nosotras. Yo tengo una relación con el reflejo de mi espejo al cual en ocasiones abandono para luego arrepentirme. Tengo un imán para la histeria, cosa que Clara, suele recalcarme. Debo admitir que no tenía mucha fé en esa relación, ahora sí.


Ella sabe que hay cosas que él no podrá darle, y poco parece importarle. Una no quiere con algo más de 20 años descartar la posibilidad de un hijo, ella lo haría por él. "Sólo los dos" suele repetir y no puedo evitar pensar que en ellos suena muy bien. Así que aliento sus planes, mientras ella me alienta a romper con todas esas historias que me siguen.

Nos conocimos en la Universidad, yo era una niña recién graduda y ella parecía estar a años luz de mi madurez. Supongo que hay cosas que están establecidas de antemano, o al menos hay noches que me consuela pensar eso. Y nuestra amistad fue una de ellas. Podríamos decir que fue por pura casualidad que termine sentada a su lado y  por pura casualidad que me acompaño a comprar todos aquellos apuntes que me hacían falta, pero prefiero pensar que el destino hizo su parte... 


Llegó la hora de despedirse y aunque prometemos no perder el contacto; ambas sabemos que pasarán otros 4 meses antes del próximo almuerzo, porque necesitamos retomar nuestras vidas. Así que cuando cruzo la calle taconeando rápidamente para no perder el colectivo, miro hacia atrás; y no puedo evitar pensar que es buen momento para que empiecen los créditos.

8 de febrero de 2011

Ver

Hasta hace no mucho tiempo, no era una gran fanatica de los sitios Web de distitnas marcas de ropa, menos de las Argentinas. Pero viendo que no había demasiada información local para agregar acerca de moda, empece a mirar un poco por allá y un poco por acá.


En contra de mis pronósticos, cuando ingrese a la página de Ver vi un sitio fresco, alegre, llego de interacción. Debo reconocer que termine puntualmente en el lugar de esta marca debido a la insistencia con la que se nombraba en un blog, debido a sus descuentos y la calidad de sus prendas. 

Fue así como recordé la presencia de más de una remera en mi ropero de este lugar, e inmediatamente, como buena compradora, me sentí en complicidad


En una de las secciones de la página muestran una colección exclusiva  y limitada, que sacaron supongo hace un par de meses, ya que se trata de ropa de verano.  Pero no solo consiste en musculosas, y remeras, sino que también sacaron agendas y monoblocks. 


La cuestion ahora es... Seguirán estando en stock? O ya se habrán liquidado? Esto pasa por no mirar las páginas al principio de la temporada como corresponde.