28 de agosto de 2011

Mia Wallace

 
 "No los odias?, esos silencios incómodos. ¿Por qué necesitamos decir algo para rellenarlos?. Es por eso que sabes que has encontrado a alguien especial. Puedes estar callado durante un puto minuto y disfrutar del silencio".

Mia Wallace- Pulp Fiction 

26 de agosto de 2011

Yo quise ser


Desde chica sólo tuve un sueño, trascender. No me pregunten por qué, no sabría descifrarlo. Puede  que el deseo de grabarme en el recuerdo de alguien, o de que perdure mi esencia cuando mi cuerpo se haya ido, quien sabe. Pero así era, yo quería ser diferente, así de simple.



Y no me importaba la exclusión; la exposición; las miradas de censura; los consejos acerca de no volar alto, de que era precisamente al que alzaba la cabeza al que primero se la cortaban, de que cuanto más alto se subía, más fuerte era la caída


Yo quería volar, yo quería ser aquella que resaltara entre toda una multitud, yo quería caer y demostrarle a todos que podía ser como un gato y no sólo caer parada, sino erguirme enseguida para esperar la ovación.


Y soñé, soñé a lo grande. Como sólo a los quince años puede hacerse. Y estoy segura que más de uno me creyó, porque hasta yo me lo creí. Pero más tarde que temprano, me adapté. 


Cubrí mi brillo con un tapado, me limite a escalar lo que los tacos de turno me permitían, me entretuve maquillando mi rostro para que nadie note la pasión en mis ojos, y guardé en cada una de mis muchas carteras un poco de mi originalidad, de mi ambición y de mis anhelos, esperando algún día recuperarlos.


Hoy después de mucho tiempo sentí que el estanque me quedaba pequeño. Por un momento mis alas quisieron estirarse y las paredes de la jaula que yo misma cree, me lo impidieron. Y en vez de lamentarme o asustarme, sonreí. Porque estoy a tiempo de derribar esos barrotes, porque aun recuerdo donde escondí la llave.

Y sí hay una sensación más hermosa que ser libre, es la de la plena seguridad que podes serlo.


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23 de agosto de 2011

Finales obligados


Darse cuenta q es el final, que estas en una encrucijada sin salida, es una situación desesperante. Es encontrarte sin opciones que te gusten, y por ende entender que cualquier elección es desilucionante. 



Insistir te parte el alma, es remar contra una corriente furiosa que lo único que hace es destrozar cada parte de tu cuerpo, cada partícula de tu ser, y eso incluye, lamentablemente, tu amor propio, tu orgullo, tu esencia. Y aunque por momentos esta se calme, dejandote tomar alguna bocanada de aire que reviva tus pulmones, el cansancio es tal que apenas puedes disfrutarlo. Desistís de disfrutar, para concentrarte en sobrevivir, en mantenerte a flote. Sólo para volverte acostumbrar y volverte a desesperar cuando el río vuelva a arremeter contra vos. Ahogándote cada vez más, porque ya estas exhausta, porque no hay nadie que pueda contra eso, ni siquiera vos.


Y abandonar te parte el alma. Levantar la bandera blanca, y renunciar a todo el esfuerzo, es la forma más cobarde de despreciar lo que alguna vez simbolizaste. Un amante de las causas perdidas. Es precisamente porque sabes mucho de estas, que estas totalmente segura de que no hay manera de ganar. De que el final más probable, es terminar derrotada, muy lejos de tu final feliz deseado.

Quisiera no haber llegado a esta instancia. Quisiera haber tenido la lucidez de haber evitado esto, pero no lo tuve y  siento que tengo que pedirte disculpas. No te saco de mi vida por capricho- y ojala que no sea algo permanente. Te saco por necesidad, porque no quiero ahogarme en mis propias lágrimas. 


Y aunque te voy a extrañar, y aunque seguro derrame alguna lágrima más por vos, prefiero hacerlo lo más entera posible. 

9 de agosto de 2011

Vacaciones mentales

Después de unas semanas emocionalmente devastadoras, me encuentro a mí misma retomando muy paulatinamente mi rutina. Paso a paso, con demasiada tranquilidad, estoy recuperando mi vida y eso es alentador.

Lo único malo es que la falta de fatalismo me hace una pésima escritora, porque ni ando lamentándome como una quinceañera, ni aun he recuperado mi cinismo. Así que me siento como un ente, buscando inspiración, esperando que la serenidad le deje su lugar a la vitalidad y se renueven de una vez por todas mis energías.