"¿Conoce usted esos días en los que se ve todo de color rojo?¿Color rojo? Querrá decir negro.No, se puede tener un día negro porque una se engorda o porque ha llovido demasiado, estás triste y nada más. Pero los días rojos son terribles, de repente se tiene miedo y no se sabe por qué. "
Desayuno en Tiffany's 1961
Conozco esos días. No solía tenerlos a menudo, pero de vez en cuando un día me levantaba y decidía que lo mejor no era salir de la cama. Que le podía dar al mundo un poco de ventaja y dejar que empezara a rodar sin mi.
Con el paso del tiempo, la incertidumbre del futuro y mis propios fantasmas han logrado un considerable aumento en la cantidad de días rojos en mi vida. Lamentablemente no tengo un Tiffanys cerca y cuando la desesperación me embriaga no tengo muchas opciones.
A veces paseo, a veces compro algún capricho momentáneo, a veces busco refugio en los brazos de algún pseudo ex -al cual le importe poco sino lo vuelvo a llamar, y a veces miro, precisamente, Desayuno en Tifannys.
Porque sí hay algo que genere una sensación de seguridad muy semejante a la que experimentaba Holly cuando visitaba esa famosa joyería, es verla pasear al alba, con el desayuno en la mano por Nueva York.
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