30 de enero de 2013

A todos nos llega



Cuando lo conocí no era mi mejor momento, en realidad era un momento bastante malo. Estaba harta de todos los hombres, de toda la histeria que había en el mundo, de todos los finales infelices o inconclusos, y principalmente de mí. Porque viste lo que dicen, que si hay algo peor que luchar por las causas perdidas, en cuando esas causas perdidas somos nosotros. Y yo era una, tal vez la más perdida de todas.

Y en eso estaba, cuando cayó de improvisto en mi vida, y aunque suene trillado todo cambió. Porque uno sabe cuando está a punto de sucederle algo importante, y yo lo supe. Y me prometí a mi misma que esta vez no iba arruinarlo. Con poco esfuerzo lo deje entrar en mi vida, lo deje conocerme y me permití conocerlo.

A partir de ahí mi vida dio un giro de 360º, y deje de ser una causa perdida para encontrarme a mi misma. Deje de buscar ser la malvada de la película, la segunda en discordia, la inaccesible, y me decidí a ser la protagonista de mi vida, de mi propia historia de amor.

Porque la vida es así, puede haber mucha confusión, muchas malas decisiones, pero cuando llega la oportunidad de tu vida hay que tomarla fuerte y desear que nunca se vaya.

29 de enero de 2013

Inspiración


La moda sólo sirve cuando inspira, al igual que el arte, no tiene sentido si no genera algo. Nos puede gustar, o la podemos odiar, pero tiene que trasmitirnos algo. 

Yo siempre fui muy extremista, hay cosas que me encantan y cosas que no puedo tolerar. Y mientras me desvivo por ciertos colores o texturas, me repugnan otros. Y mientras nadaría en un mar de sedas, colores tierra, o blaizers, preferiría ahogarme si se tratara de uno de colores neón o metalizados.

Y eso es lo importante, saber y poder ser consecuente con nuestros gustos e intereses, sin caer en los clichés ni en los usos de ciertas prendas abalado solamente porque son de esta temporada.

En el invierno que se avecina les pido coherencia y ante todo opinión personal. Que eso termina siendo lo único que importa en la vida.


24 de enero de 2013

Hook y eso de ser un niño perdido



Hay películas que logran trasmitirte un sabor dulce incluso en la amargura, una sonrisa incluso cuando el trasfondo sea triste, y una reflexión incluso cuando este orientada para los más pequeños. 

Esa fue la sensación que me atravesó después de volver a ver- luego de muchos años- Hook. Que si bien siendo chicos hay cosas que disfrutamos profundamente, de grandes, tras un poco de introspección podemos hacerlo aún más.

Quien diría que una película de Spielberg podría generarme eso, y quien diría que aquel director conocido en mi infancia por ser el talentoso creador de esos enormes dinosaurios, habría sido capaz de una genialidad tan grande como Hook, un par de años antes.

Tal vez crean que estoy exagerando, que no es tan buena y que estoy idealizandola un poco. Pero hoy por hoy, no estoy hablando desde el recuerdo dulce que tenía de esa película, sino desde la opinión formada que tengo en la actualidad sobre cine. Y con esto no quiero decir que soy una experta en el tema, sólo que tengo una postura.

Es una película que a los chicos los hace querer ser chicos, y a los grandes también. Que te quita el peso de las preocupaciones diarias y te enseña a disfrutar de las pequeñas cosas, y de las grandes también, como puede ser el uso de la imaginación. Cuando volví a ver Hook, no vi a Peter Pan, vi a un hombre maduro, cansado de la rutina pero adicto a ella, que luchaba para salvar a sus hijos y de paso recuperar su felicidad. Vi hadas que te daban lecciones de vida. Y vi malvados extraordinarios, que reflejan que la vida eterna ni siquiera deberíamos desearla en los cuentos de hadas.

Con Hook me reecontré con una parte de mi que había olvidado, e incluso pude reírme a carcajadas junto a ella. Pero tal vez lo más lindo fue que al terminar la película no me quede frustrada por no poder ser eternamente un niño perdido. Sino que por el contrario, me quede con una sonrisa, porque incluso en el día a día, en la cotidianidad que a veces nos agobia y nos aplasta, podemos tomar un poco de polvo de hadas y salir a volar un rato.

17 de enero de 2013

Tendencias Otoño/Invierno 2013


La moda es así, invasiva, apresurada y demandante. Y a pesar de que todavía el calor nos consume y no podemos estar sentados al aire libre sin abanicarnos. Ya nos estamos preocupando y preguntando lo que se vendrá. A esta altura ya creemos que merecemos que los locales liquiden para nosotros, porque sino no tenemos razón para querer adquirir las cosas de la temporada pasada. O sea... esta. La actual, la de hoy, la que tendrías que morirte por consumir, porque con un jean te derretirías.

Pero en esta industria las temporadas cambian rápido, y cuanto más apretamos el acelerador mejor somos.

¿Qué se viene? 

Esa es la cuestión, y yo les recomiendo queridas lectoras que se sumerjan en el estilo militar y por ende el verde militar, los buzos estampados, el color oxblood o bordo, las tachas (¿Cómo no?), las remeras péplum, las estampas de animales, de calaveras, de historietas, los trivales, el barroco, el tartán y el cuero.










Allá lejos queda la moda minimalista. Así que para el invierno que viene la clave es mezclar estampados, los looks rockeros, y las texturas. Atrás dejen los colores pasteles y disfruten de la casi maravillosa experiencia de sentirse una rockstar.