La moda es ante toda una
dictadora cruel. La amo y viviría toda mi vida de ella, pero lo es. Dirige bajo
sus propios conceptos y reglas. Porque todos sabemos que si predispone que esta
temporada se use el leopardo con lentejuelas, una gran mayoría saltara del
precipicio ataviada de dichas prendas. Y eso es algo que yo no puedo entender.
Yo puedo entender que
demos por sentado que el rojo es el nuevo negro, o que los shorts de lentejuelas
son encantadores y todas las mujeres de piernas largas deberían tener unos.
Pero hay ciertas modas que las mujeres tienen que estar locas antes de seguir.
Y no hablo de una loca simpática, hablo de una loca que sufre de esquizofrenia paranoide.
A ver mujeres, explíquenme
porque alguna creería que el color flúor puede favorecerla a alguna. Porque no
lo hace. El flúor es para resaltadores y algunos tonos, incluso, deberían estar
prohibidos de ser comerciados en las librerías. No las favorecen, no las hacen
parecer más bronceadas, ni más elegantes, ni con más estilo. Las hace parecer
un tubo fosforescente y de bajo presupuesto.
Así que las invito esta temporada
y las próximas, a ser coherentes y decirles NO a las tendencias que no son lo
suyo. Y dejar ciertos colores para los lugares que pertenecen, lo subrayado de
un apunte.
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