29 de marzo de 2010

La moda como muerte e individualidad



Estudiar abre la mente, te brinda herramientas, te aporta conocimientos, te hace crecer como profesional y como persona. Me gusta la adquisición de información, supongo que en gran parte debido a una innata soberbia, de la cual no me enorgullezco, pero tampoco avergüenzo. Hay pocas cosas tan frustrantes como sentirse en inferioridad de argumentos, más cuando se trata de algo que te apasiona.

Es por esto que agradezco principalmente dos cosas de aprender, los excelentes profesores (contados con los dedos) y la posibilidad de tener ideas propias para diferir con sus opiniones. 
Hace unas semanas uno de ellos, durante una clase dijo como comentario casual que: se acerca el fin del sistema comercial de la moda; según él los adelantos textiles que se estaban generando iban a eliminarla tal cual la conocemos (otoño/inverno’10 – primavera/verano’10) para darle lugar a ropa más… estática. No iba a renovarse temporada, tras temporada, iba a permanecer. 


A pesar de lo interesante de su opinión, no pude más que manifestarme en contra
La idea de las tendencias, es algo tan antiguo casi como la civilización misma. En Egipto durante cada uno de los tres grandes periodos característicos, la forma de vestirse vario. Los vestidos rectos hechos con rectángulos de telas, le dejaron lugar a los kalasiris, plisados, largos, transparentes y anudados debajo del busto. Que no sólo acompañaban el crecimiento de un pueblo, sino marcaba un sistema de castas. La valona, ese collar de oro que se usaba sobre los trajes, indicaban tu status, cuanto más grande, más piedras, más poder tenías.


Durante la edad media la ropa no solo se modifico en base a una tendencia, sino a un contexto histórico. Luego de las grandes plagas las mujeres comenzaron a dejar ver sus escotes, acortaron las túnicas y agrandaron las sisas de los vestidos, para insinuar, para seducir. La necesidad de conseguir maridos, los cuales habían sido notablemente diezmados por culpa de las guerras y enfermedades, la necesidad de reproducirse y volver a poblar; repercutieron inmediatamente en la forma de vestir de la época.


La moda representa una situación histórica, representa el lugar en la sociedad que se tiene, representa la situación de la mujer u hombre en ese momento, representa la ingenua idea de que se es original, cuando a fin de cuentas uno es solo parte del mismo sistema globalizado. Incluso aquellos que creen ser singulares, que creen pertenecer a una tribu que los hace especiales, no son más que copias algo mal trechas de alguien que innovo. 
Coincido en que en la actualidad no existe un estilo único, hoy en día hay muchas vertientes y los adolescentes- soy único, soy trascendental, soy omnipotente- se sumergen en ellas sin ningún miramiento. Hoy soy emo, hoy soy hippie, hoy soy punk y  hoy sigo una idea que representó algo en su momento por su ideología, pero que hoy es obsoleta. 


Cada década que pasa, los cambios son más rápidos. Las tendencias se renuevan con más rapidez. Y a nadie le importa lo horroroso que te hayan parecido los ochenta, volverán y vos vas a terminar acatándolo. Porque hoy en día donde todo es tan globalizado, donde puedo tener contacto con gente de todo el mundo y saber lo que opinan, la gente necesita pertenecer a algo. Las personas necesitan sentir que representan algo, no importa que eso sea la última colección, o una ideología de hace 30 años
El sistema de la moda no caerá nunca, o al menos no, hasta que el capitalismo no lo haga. Se mantendrá a flote mientras haya gente que haga de ella una forma de vida, mientras que haya gente que viva para ella, mientras haya gente que no llegue a fin de mes por tener los últimos zapatos o la última cartera. 


Darling, puedo aceptar, y quiero creer que las telas de temporadas se irán acabando, que esos jerseys o modales que duran 7 posturas y después solo sirven para dar lástima, se extinguirán. Puedo aceptar que algún día un it no saturará hasta ser insufrible, puedo aceptar que las tendencias no tendrán la necesidad de nacer y morir en lapsos cada vez mas cortos, permitiéndole a todas esas fashion victims, a esas voguettes darse un gusto de vez en cuando, por no tener la necesidad de tirar su guardarropa cada fin de temporada. Esas cosas puedo digerirlas, esas cosas puedo verlas posibles. Pero para mí no estamos ante el principio del fin de La Moda.

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