15 de julio de 2010

Ladran Sancho...

La industria textil es muy sucia. Uno, el ajeno a ella, ve la prenda terminada y paga por esta el precio que cree le corresponde. Sí la etiqueta excede lo que el cliente considera adecuado, se va del local con la idea de que ha evitado un robo sin armas a sus bolsillos. Sí en cambio está de acuerdo con la suma, no solo la pagará contento, sino que la llevará como una bandera bien en alto, para que todos la vean.
Y cuanto más alto es el precio, mucha gente, opta por subir ese mástil un poco más arriba, para que la insignia de esa etiqueta flamee más cerca del cielo.
No creo en los precios. Creo en lo que te hace sentir esa camisa la primera vez que la viste. La fascinación por los pliegues que se forman, el detalle de algunas alforzas, la batista %100 algodón, el calce perfecto. Esas cosas, que se generan una vez cada cierto tiempo, sí valen lo que pagas y tal vez más, como alguna vez leí.

Pero cuando uno se está abriendo paso en esta hermosa, pero conflictiva industria, empieza a ver las cosas un poco más comercialmente. De repente el modal te parece más insulso y excepto que haya una muy buena causa, o una fascinación a primera vista. Pagar 100 pesos por una remera de este material, te parece un poco ridículo.

De todas formas eso no es lo que me molesta, sí está a ese precio es porque alguien lo compra, o alguien considera que lo vale.

Me molesta la gente del ambiente. Por primera vez me sentí saboteada, desde que empecé incursionar en esto, y por alguien que consideraba, no sé sí mi amiga, pero sólo unos escalones por debajo de ese título.
Soy buena, aunque haya gente que lo ponga en duda, mi material genético lo comprueba. Y lo más importante, tengo códigos. Será por eso que duele no? Porque yo no lo haría…


Pero como dijo mi padre: “Ladran sancho, señal que estamos cabalgando”

4 comentarios:

  1. El precio justo, para mí ese término es clave.

    "Ladran sancho, señal que estamos cabalgando". Desde luego. Qué sabio es "El Quijote". Todo un manual de la humanidad que no caduca.

    Por cierto, no te molestes por todas esas cosas. Creo que el mundo de la moda no es el súmmum de la frivolidad, sencillamente cada oficio tiene sus gajes.

    Suerte, ah, ¿tienes twitter?

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  2. el precio lo marca lo que la persona (mercado)está dispuesta a pagar por ello; el valor se lo damos nosotros.

    y hace falta "valor" para meterse con el trabajo de alguien; duele por inseperado pero siempre es aclarador... :).

    un XX!
    Humming.

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  3. Me gusta mucho como escribes, aunque sólo he leído tus 3 últimos post.
    En cuanto a éste, te doy una frase: "Asumir que rendirse no es una opción"

    Kisses

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  4. M. El Quijote no lo he leído debo admitir, un error de mi parte, que algún día modificaré. Respecto a lo del oficio, tenés razón, mi frustración en realidad va hacia la impotencia que me genero la situación y no hacia al sector de lamoda en especial. Y no, no tengo twitter, me cuesta bastante actualizar el blog, no creo poder mantenerme al día con ambas cosas, jaja. Un beso M.

    Humm: Tal cual dices, esta situación me ha abierto mucho la cabeza, y aunque ha sido un golpe, popr no esperarmelo, me ha servido muchisimo. Gracias por pasar.

    Coquete: Ahora mismo me daré una vuelta por tu blog. Rendirse no es una opción, quedate tranquila, que soy muy cabeza dura. Beso y gracias por firmar, es muy alentador cuando recién se empieza, que alguien tenga la atención de dejar su firma.

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