7 de febrero de 2011

De cambios y embarazos

Las personas somos muy malas aceptando el cambio. Nos cuesta asumir que no controlamos cada aspecto de nuestras vidas, y cuando algo confirma este hecho, nos abruma. 


Hace un par de semanas una amiga se comunico conmigo para hablarme sobre un atraso en su periodo. Es algo normal, pero cuando una no es lo suficientemente precavida, no puede evitar el miedo ante un posible embarazo. Miedo no completamente infundado porque dos días después me confirmo la noticia. Estaba esperando un bebe.

Aparte de la sensación inminente de "nos están pasando los años", se instalo entre nosotras la pregunta crucial: Tenerlo o no tenerlo? Así que mis semanas se han basado en eso. Escuchar pros y contras, mirar sin juzgar y entender las razones. Con poco más de 20 años, sin una carrera terminada y la falta de un trabajo estable, la crianza de un hijo es cosa más bien utópica, y uno debe entender eso antes de criticarlo...


Yo siempre fui una fiel partidaria del matrimonio prematuro, antes que de los hijos. El matrimonio se disuelve después de una repartición de bienes y si es, estrictamente necesario, algunos insultos de por medio. Y taza, taza cada uno a su casa. Por no hablar que ser divorciada tiene su gracia. Pero con críos de por medio la cosa se complica, más cuando hay chicos y no un hogar. 

Sara sabe que soy una de las personas mentalmente más frías que debe conocer. Analizo y decido; por eso debe haber recurrido a mí ante esta situación. Pero me engaño, creí que la respuesta iba a ser facil, que su decisión iba a ser predecible, pero después de tantas idas y vueltas, me desoriento. Al final me llamo ayer para decidirme que lo iba a tener, y no me quedo otra opción que felicitarla.

Encontré este texto después de unos dos o tres meses que se encuentra archivado. Sara va por el cuarto mes de embarazo, hoy le dicen que sexo va a tener el bebe. Estoy ansiosa, de alguna manera es el primer nene que llegaría a mi círculo de amigos, y me genera expectativa inevitablemente.


Hace un par de semanas atras cuando empece a escribir esto, no concebía que alguien sin un estudio, o trabajo estable decidiera por propia voluntad tener un hijo. Pero me equivoque. Ayer un pseudo ex, al que quiero con una gran parte de mi corazon, me habló acerca de su deseo de ser padre, en este momento. Y me cayó como un valdaso de agua. No pude evitar desde algun lado juzgarlo, y argumentarle todas mis deducciones lógicas sobre porque era una locura.

Lo único que conseguí fue que el se enojara y me dijera que no me había pedidos consejos, sino que simplemente me había contado, como consecuencia de mis insisitentes peticiones. Conclusión, desde ese día no me ha vuelto a dirigir la palabra.


Para el que tenía dudas, se lo confirmo. Hay algo peor que una mujer obsesionada con la maternidad, un hombre. 

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